top of page

¿CÓMO MANEJAR EL DOLOR DE LA HERNIA DISCAL? Consejos de un Fisioterapeuta


¿Cómo sé si tengo una HERNIA DISCAL? Las hernias de disco no siempre causan síntomas, pero los síntomas que causan pueden ayudarlo a solucionar la naturaleza de su problema. Estos incluyen:

  • Dolor en el cuello, espalda, espalda baja, brazos o piernas.

  • Incapacidad para inclinar o rotar el cuello o la espalda.

  • Entumecimiento u hormigueo en el cuello, hombros, brazos, manos, caderas, piernas o pies.

  • Debilidad en los brazos o piernas.

  • Aumento del dolor al toser, estornudar, alcanzar o sentarse.

  • Incapacidad para mantenerse erguido

  • Incapacidad para permanecer en una posición durante un período prolongado, como sentarse o pararse, debido al dolor.


1.- Debes Consultar con un Profesional

Primero, busca la opinión de un médico o un fisioterapeuta especializado en problemas de espalda, que te pueda orientar acerca de las opciones de tratamiento para tu caso es especial, ya que no todos los tratamientos son iguales, dependerá de muchos factores asociados a tu dolor.


2.- Lleva tu flexibilidad y movilidad al siguiente nivel

La idea es mejorar la flexibilidad, tener tejidos más elásticos y que respondan bien a cambios, mejorar la amplitud de movimientos mejorando los rangos articulares y liberar así a los músculos del estrés al que están sometidos. No es necesario complicarse, y basta incluir estiramientos sencillos. Sentirás cómo ganas amplitud de movimiento, y liberas tensiones musculares.

  • Dedica un tiempo concreto sin prisas.

  • Paciencia y no fuerces las posturas y/o ejercicios.

  • No debemos sentir dolor agudo.

  • Enfócate en la respiración para ayudar en el proceso.

3.- Desafía a tus músculos con ejercicios de fortalecimiento gradual

Es fundamental que el ejercicio esté adaptado a tus necesidades individuales . La estructura general planea un aumento en la actividad en base a la tolerancia fisiológica, con énfasis específico hacia ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento 4-5 veces por semana, 30 minutos al día, pero con una perspectiva realista e individual. Un aumento de la actividad física, aunque se mantenga la misma intensidad del dolor, se considera un éxito.

4.- La Ergonomía en el Trabajo: ¡Adiós al Malestar!

Asegúrate de que tu lugar de trabajo esté diseñado ergonómicamente para proteger tu espalda. Algunos consejos incluyen:

  • Cambiar de posición. Evita estar en una misma posición durante un tiempo prolongado, ya que esto puede derivar en varios trastornos musculoesqueléticos.

  • Ajustar la altura de la mesa de trabajo. Este ajuste asegura que el trabajador realice su labor en una posición equilibrada.

  • La ropa es importante. Es recomendable vestir cómodos, con ropa holgada que favorezca la movilidad. Especial mención merece el calzado, que tiene que ser muy cómodo, para aquellos que pasen mucho tiempo de pie.

  • Para levantar pesos, adopta una postura adecuada. Se deben transportar los pesos con la espalda recta y flexionando las rodillas al recogerlo o dejarlo en el suelo.

5.- Disminuye tu dolor mejorando la alimentación

Cuanto más exceso de peso corporal, mayores son los niveles de dolor y disminuyen cuando los pacientes logran bajar por lo menos un 10% de su peso. La prevalencia del sobrepeso y la obesidad respecto a la población general es superior en pacientes con dolor crónico, y en esto están implicados muchos factores, como la disminución de actividad física, los cambios en la alimentación, los hábitos dietéticos no adecuados, las alteraciones metabólicas, etc. Por eso, tiene un gran beneficio para los pacientes con hernias de disco ayudarles a reducir su peso, siempre para disminuir la masa grasa corporal y mantener al máximo la masa muscular. El manejo del dolor puede consistir en varias estrategias, incluyendo:

  • Frío local

  • Medicamentos

  • Acupuntura

  • Descanso y Modificación de Actividad

  • Provisión de férula para el pulgar

  • Educación del dolor

  • Recuperación Funcional

  • Masaje de tejidos blandos

  • Movilizaciones conjuntas

  • Estiramientos pasivos

  • Ejercicio terapéutico

  • Ejercicios de fortalecimiento del pulgar, muñeca y antebrazo.

  • Ejercicios de amplitud de movimiento para pulgar, muñeca y antebrazo.

  • Ejercicios funcionales

  • Ejercicios específicos relacionados con deportes o actividades.

Es importante recordar que el diagnóstico y tratamiento de una hernia de disco deben ser realizados por un profesional de la salud capacitado. Si tienes dolor de espalda o cuello, busca la opinión de un fisioterapeuta especializado en problemas de espalda para que te guíe en las opciones de tratamiento adecuadas para tu caso particular.


En FisioVanguardia trabajamos en equipo para que los pacientes regresen a sus actividades diarias lo más rápido posible. Para obtener más información sobre los servicios de FisioVanguardia, contáctanos al 638283659 o reserva una cita en nuestra web www.fisiovanguardia.com

13 visualizaciones0 comentarios
bottom of page